En los
últimos años y hasta la actualidad el auge económico en el Perú está sustentado
energéticamente en base al gas natural que superó con creces a la hidroenergia
para la producción de electricidad. En base a ello, el Perú mediante esta
fuente convencional de energía cubrió su demanda energética adicional debido al
desarrollo, crecimiento de la producción, y mejora de servicios debido a que, al
ofertar su productividad con valores agregados
permiten posicionarlos y competir con otros países en mercados
internacionales lo que conlleva a un requerimiento energético mayor, tanto en
el sector industrial, residencial, y transporte.
La demanda
energética ha crecido en los últimos años debido al crecimiento poblacional y a
las mejoras en el desarrollo industrial, especialmente por la minería e
implementación de infraestructuras para el desarrollo de las mismas.
El
crecimiento económico basado en el crecimiento energético del país de seguir
por las mismas sendas tomara un rumbo de crecimiento cada vez mayor pero, para ello,
este crecimiento tiene que ser sostenible y responsable con el medio ambiente
para asegurar a futuro sus recursos naturales y la mejora en la calidad de vida
de su población. De esta manera también se contribuirá a mitigar los efectos
producidos por el cambio climático a nivel local y mundial.
Si nos
remontamos al año 2012 la producción del gas natural y sus líquidos alcanzo el
72.7% predominando sobre el total de energía registrado aquel año (893 264TJ), por
encima del petróleo crudo con una participación del 15.8%, y la hidroenergia
con el 10.8% [2]. Han pasado 10 años
desde que se dio inicio a las conexiones del gas natural en Lima Metropolitana
que al 2010 contaba con 30 000 consumidores residenciales y al 2014 con 270 000
a nivel nacional [1].
El consumo
actual del gas natural está estimado en 1900 MMPCD (millones de pies cúbicos al
día) y de acuerdo a lo planificado el consumo para el año 2025 será de 2400
MMPCD [1]. En la tabla siguiente se puede apreciar la producción y reservas
probadas de energía al año 2012. Cabe resaltar en este párrafo que la política
de consumo primordialmente es autoabastecer al país con este recurso, y
exportar el excedente en cantidad equivalentes al consumo interno.
En el plano
social, políticas de inclusión social del estado como FISE (Fondo de Inclusión
Social Energética) destinado a expandir la frontera energética en los segmentos
vulnerables de la población, contribuirá con brindar acceso al gas natural para
1,2 millones de personas de escasos recursos económicos a través de la entrega
de vales de descuento para adquirir balones de GLP (una parte del costo actual
del balón esta subvencionado por el estado, el beneficiario del vale paga
S/.16.00 menos del precio actual del balón). Más información http://www.fise.gob.pe.
Por otro
lado, el Perú, aun es dependiente de los combustibles fósiles y esto aún seguirá
siendo determinante para el país. El 2012 el consumo final de energía respecto
al año anterior fue 712 072TJ, debido al
incremento en el consumo de los hidrocarburos líquidos y del gas natural en el
sector transporte [2]. En la actualidad el consumo final de la energía es de
800 000 TJ y se estima que para el 2025 estará entre 1 321 000 TJ a 1 612 000
TJ [1].
Respecto al
consumo de combustibles líquidos se estima que de los 209 MBD (Miles de
Barriles Día), que se consumen en la actualidad, para el 2025 se consumirán
entre 285 MBD o, entre 212-339 MBD. Asimismo, la participación de estos
combustibles en la oferta de la energía aumento del 67% en el año 2000, al 80%
al 2013. El Perú importa 85 MBD de petróleo y 48 MBD de diésel.
Durante el
periodo 1990 – 2012, el consumo final de energía creció a una tasa anual de
0,6% y el Producto Bruto Interno en 6,3%. La elasticidad Consumo Final de
Energía - PBI para el mismo período fue de 0,1 [2].
La cobertura
eléctrica nacional promedio ha ido creciendo conforme se han ido ampliando las
redes de comunicación que han permitido que los micro empresarios de las zonas
rurales tengan las facilidades de transportar sus productos a las grandes
ciudades o regiones del país. Así, la cobertura eléctrica nacional pasó de 57%
en el año 1993, a 71% el año 2003, y ha llegado a tener el 91% de cobertura el
año 2013. Se asegura en un corto y mediano plazo que se llegara al 100% de
cobertura eléctrica según políticas de inclusión social energética.
Respecto a
la inclusión social energética está planeado satisfacer a 2,2 millones de
peruanos de zonas rurales a través de la extensión de las redes convencionales,
o la de llevarles soluciones a través de energías no convencionales.
Actualmente existen 5 millones de peruanos que todavía no tienen electricidad
para los cuales los paneles solares son una alternativa de solución a sus
carencias energéticas. Por esta razón, el estado peruano adjudico un proyecto
de financiamiento, instalación, operación y mantenimiento de hasta 500 000
paneles solares (50MW) que elevaran la cobertura al 100% en un corto y mediano
plazo. A la fecha se acaba de firmar el contrato con la empresa Ergon SAC
ganadora de la licitación para que de paso a la apertura del proyecto.
En cuestión
del uso de la biomasa en el Perú, este está orientado básicamente para
satisfacer necesidades energéticas especialmente de los pobladores de zonas
rurales dada su imposibilidad económica para acceder a productos a productos
derivados del petróleo. En el año 2012, la producción total estimada
de leña fue de 5 539 x 106 Kg.; esta cifra ha sido obtenida a partir
del consumo de la leña y del carbón vegetal en los sectores residencial -
comercial, industrial y agropecuario - agroindustrial. Asimismo, el consumo
estimado de leña fue 5 233 x 106 Kg., de los cuales el sector
residencial representó el 99,8% [2].
Cuando se
habla de biomasa en el Perú, automáticamente lo relacionamos con la leña para
la cocción de alimentos en las zonas rurales altoandinas donde, aún existen
poblaciones que usan el fogón tradicional de tres piedras para cocinar sin
tener en consideración las consecuencias graves que conllevan su uso. Las
problemáticas, deterioro de la salud por la respiración de material particulado
altamente toxico emitido por la mala combustión de la leña, contaminación
ambiental, deforestación, e incluso la mortandad de niños y ancianos.
Una
alternativa de solución es la implementación de las cocinas mejoradas, ahorra
el uso de combustible, evita las enfermedades respiratorias, y reduce las
emisiones de gases contaminantes porque la quema de los combustibles se lleva a
cabo en una cámara que permite la combustión casi completa de la leña. El uso
de estos artefactos o sistemas de cocción permiten reducir 3,04 toneladas menos de (CO2/año) al
ambiente, por cocina [1].
En general, respecto
a la biomasa puede decirse que el potencial de biomasa existente en el país para
usos energéticos no está debidamente actualizado. Ello debido a que no se han actualizado
estudios que evalúen dicho potencial y que incluso los existentes no evalúan la
real disponibilidad del recurso bajo criterios de sostenibilidad, es decir considerando
salvaguardar la seguridad alimentaria, evitando la deforestación,
empobrecimiento de la calidad de nutrientes del suelo, entre otros aspectos [3].
Sin embargo, según el estudio desarrollado en 1988 por el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) respecto al Plan de Desarrollo de las
Energías Renovables, el potencial teórico anual estimado de los recursos
energéticos de la biomasa en el Perú son los siguientes:
Otro punto importante
en la situación energética del Perú en la diversificación de la matriz energética
del país entre las fuentes de energías convencionales y no convencionales. Potenciar
los recursos naturales para autoabastecerse energéticamente y depender menos de
las importaciones le permitirá al país hacer frente ante cambios inesperados en
el precio de alguna fuente energética de la cual se esté dependiendo.
La
Matriz Energética representada en un esquema nos muestra a las fuentes
primarias para producción de fuentes secundarias y para el consumo final por el
lado izquierdo, y a los sectores de consumo final por el lado derecho. Los
números indicados en las líneas representan porcentajes de participación [2].
Se
observa de la imagen un aumento en la participación del gas natural (distribuido)
de 25% a 27% en el 2012, debido al incremento del consumo de este energético en
el sector transporte (10%), sector industrial (14%) y para la generación de
electricidad (73%) en el mercado interno, por la conversión de vehículos a GN,
nuevas estaciones de servicio de GN y conversión de instalaciones industriales.
Por
otro lado la participación de la biomasa ha disminuido a 13% destacando el
consumo de leña en el sector residencial, principalmente en las zonas rurales. El
sector con mayor consumo energético es el sector transporte (42%), donde el
consumo de los derivados de petróleo representa el 91% y el gas natural con un
ligero incremento alcanza el 8% de participación.
El Perú cuenta con recursos naturales de
altas potencialidades energéticas que le pueden permitir autoabastecerse y
sostenerse energéticamente de cara al futuro. Muestra de ello se tiene en el
Atlas de Energía Solar del Perú que demuestra que la radiación solar incidente
en suelo peruano es en promedio de 5.24kWh/m2dia [3].
En este
contexto, hasta la actualidad las energías renovables no convencionales se han
desarrollado con subastas realizadas por tipo de tecnologías y estas han
logrado alcanzar 746 MW, conforme al detalle que se presenta en el cuadro N°1.
Ante ello, en marzo del 2013 se inauguraron
dos plantas fotovoltaicas en Moquegua y Tacna al Sur del Perú que cuentan con
una potencia de 40MW y proporcionan electricidad a 70000 hogares de la zona.
Ello, sumadas a las otras dos plantas solares puestas en marcha el 2012 en
Arequipa, generan un total de 80MW. Sumando a ello otras instalaciones
realizadas por diversas instituciones públicas y privadas en la actualidad se
ha logrado alcanzar 96MW con tecnología solar (ver cuadro N°1). En este cuadro
no está considerado los 50MW que se instalaran con los 500 000 SFD.
Asimismo, en septiembre del 2014 se inauguró
el parque eólico más grande del Perú compuesto por 62 aerogeneradores ubicados
en la costa norte del país (la Libertad y Piura) con una capacidad total de 114
MW conectados a red.
REFERENCIAS
[1] Dirección
Nacional de Eficiencia Energética, Plan
Energético Nacional 2014-2025, Ministerio de Energía y Minas, pág. 8,11,13 (2014).
[2] Ministerio
de Energía y Minas, Balance Nacional de
Energía 2012, Dirección Nacional de Eficiencia Energética, pág. 6,10,14,109
(2012).
[3] Pedro
Gamio Aita, Matriz Energética en el Perú
y Energías Renovables. IV Energía en el Perú: ¿Hacia dónde vamos?, Fundación
Friedrich Ebert Stiftung, pág. 21,22 (2010).
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